Según la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (FAO), se prevé que un tercio de la biodiversidad se extinguirá en 2050.
Los cambios en los patrones de la temperatura y
precipitación podrían tener un impacto devastador en nuestra alimentación. Ante
el aumento de las temperaturas los cultivos más fuertes y resistentes, como el
maíz, el trigo, la soya, son los que más probabilidades tienen de sobrevivir.
Otros alimentos no tienen tanta suerte en este sentido y podrían estar
condenados a desaparecer.
Muchas especies de peces están disminuyendo rápidamente a
causa de la sobrepesca y el cambio climático. El salmón y la trucha, que
dependen del frío de los arroyos y ríos para su supervivencia, son
especialmente susceptibles, pero también lo son los peces que nunca han salido
del océano. Y otras especies evaden los pescadores a medida que migran a aguas
más cálidas.
El chocolate, más de
la mitad en el mundo se produce en Ghana y Costa de Marfil, regiones que
podrían sufrir las consecuencias del cambio climático.
Los científicos predicen que el aumento de las temperaturas
en regiones productoras están afectando el crecimiento de cacao, lo que
llevaría a que su producción redujera de manera significativa en 2030.
Por otra parte, los científicos informan que incluso un
aumento en la temperatura de medio grado puede afectar negativamente a la
cosecha de café en todo el mundo.
Además, el incremento en los eventos de lluvia inducidas por
el calentamiento ya ha reducido los rendimientos de los cultivos.
Temperaturas elevadas prolongadas pueden reducir el
rendimiento de la uva o incluso alterar su calidad.
Por otra parte, la planta de cacahuete, necesita condiciones
especiales para prosperar, como una temperatura subterránea y una humedad
adecuadas.
El aumento de las temperaturas y las sequías históricas en
las regiones de cultivo de maní ahora amenazan este aperitivo tan socorrido.
En numerosas ocasiones organizaciones, como la FAO, y
expertos han admitido y probado la importancia de las comunidades indígenas y locales
para proteger la biodiversidad de alimentos vegetales y animales.
De hecho, este tipo de cultivos resulta ser más resistentes
a las altas temperaturas, sequías, pestes, enfermedades, además de ser ricos en
micronutrientes y vitaminas.
En lo que respecta a la alimentación de procedencia animal,
siguiendo esta corriente, deberíamos introducir en nuestra dieta aquellas
especies menos demandadas tradicionalmente.
Opinión personal :
Nos encanta la idea de ayudar a que los alimentos no se extingan, ya que son
indispensables para la vida humana.En muchos países del tercer mundo la gente
se preocupa más para poder tener los alimentos mejor cuidados , pero debido a
la culpa que generan los países más desarrollados estos no pueden avanzar
notablemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario