Él es Fernando Solar, lutier de la madrileña Malasaña.
Ha recorrido más de
9.000 kilómetros para estar ahora sentado en un local repleto de herramientas,
clavijas y maderas de la calle de Divino Pastor. Es el director de la Orquesta
de Instrumentos Reciclados de Cateura, ese inmenso vertedero de la capital paraguaya
donde la basura se transforma en música desde 2006 para alejar a niños y
jóvenes del basurero, trampolín hacia un certero futuro de exclusión social.
Solar y Chávez se detienen a mitad de la pieza y sonríen.
Los une la convicción de que la música no es solo un sonido, sino una puerta.
Si alguien hubiese cerrado los ojos durante esos pocos minutos de música de
Beethoven no habría sabido decir si lo que escuchaba era un violín con sordina
o una bandeja de horno golpeada hasta adoptar la forma del instrumento; una
guitarra o dos latas de cacao paraguayo soldadas. Son lo segundo. Ahora, el
proyecto que el técnico ambiental latinoamericano comenzó en esa pequeña
población que creció al abrigo de cientos de toneladas de desechos diarios
llega a España. “Es maravilloso que los valores que empezaron de forma muy
localizada en Cateura tengan el poder de trascender a miles de kilómetros”,
apunta Chávez. Las manos, la experiencia y el amor de Solar por los
instrumentos serán los encargados de darles forma.
-OPINIÓN PERSONAL-
Nos parece muy ecológica y bonita la manera en la que
utilizan la basura para hacer música, ya que esta manera de cuidar el medio
ambiente no la realiza la gente normalmente.